El alcoholismo puede dividirse para su estudio en cuatro grandes etapas:
I Etapa Pre-alcohólica
II Etapa Podromica
III Etapa Crítica
IV Etapa Crónica
Cada una de estas
etapas está a su vez dividida en las distintas fases que totalizan las 45 barras que pueden observarse al final de esta publicación.
I ETAPA PRE-ALCOHÓLICA
Cuando un individuo se inicia en la ingestión del alcohol, ni él mismo sabe si llegará a convertirse en alcohólic@.
El primer contacto del futuro enferm@ con el alcohol es el consumo ocasional de alivio, o sea una afición en la que se considera a las bebidas embriagantes como una droga tranquilizadora. El aficionad@ bebe unas cuantas copas y se va a su hogar a descansar tranquilamente sin causar molestias. Es un camino cómodo descubierto por él para extraerle a la vida momentos de felicidad y recreo. Sin embargo, el uso constante del alcohol va modificando el metabolismo químico del organismo y aumenta la tolerancia para el mismo, o sea que el bebedor cada día acepta mayores cantidades de licor y siente el mismo efecto que tiempos atrás le hacía una copita. Es en esta fase que empieza a compararse él mismo con otros bebedores más débiles que se emborrachan con menos copas que él. Se extraña de necesitar mayor cantidad de alcohol para llegar a la embriaguez y está convencido que cada día está aprendiendo más a beber bien.
II ETAPA PODROMICA
Esta etapa es puramente sintomática y es el inicio de la carrera alcohólica.
1 LAGUNAS MENTALES
Recuerdos borrosos o nulos después de una borrachera; el individuo no puede reconstruir exactamente lo que ha sucedido en un periodo de borrachera.
En muchas ocasiones, el individuo puede cometer actos antisociales, sin darse cuenta; aquello queda olvidado en la más completa amnesia. Incluso puede aparentar en el momento de sufrir estas lagunas, la más completa lucidez y control de sus movimientos y ademanes.
El alcohol circula en el torrente sanguíneo y produce una disminución en el oxígeno de la sangre que se reparte por el cuerpo y esta deficiencia momentánea ataca precisamente la corteza cerebral y la priva e alimentación causando interrupciones en el funcionamiento del consciente mientras dure la falta de oxígeno a determinadas regiones cerebrales. Esta interrupción del consciente puede ir desde pocos segundos hasta horas o días, según la gravedad del caso. El individuo puede seguir actuando con aparente normalidad y desenvoltura pero sus movimientos son automáticos y no se registran en el cerebro; el individuo no recuerda ni lo que habla, ni lo que
ve, ni lo que oye.
2 CONSUMO A ESCONDIDAS
Al principio de su carrera el alcohólic@ trata de ocultar ante las demás personas que él bebe más de lo normal. Pero ante el irresistible deseo de beber tiene que hacerlo a escondidas cuando va a una fiesta, reunión social, etc. Se da cuenta el alcohólic@ que si bebiera descaradamente las otras personas no comprenderían que él se siente diferente a los otros debido a que el alcohol empieza a serle un artículo de primera necesidad.
3 PREOCUPACIÓN POREL ALCOHOL
Se preocupa por las fiestas a las que está invitado dentro de quince días; piensa en lo alegre que estará rodeado de sus amigos ingiriendo licor. Se preocupa, por ejemplo, del bautismo de su hijo y de que probablemente no tenga el dinero suficiente para comprar grandes cantidades de licor y celebrarlo dignamente.
4 EL CONSUMO ÁVIDO
La sed por el alcohol va aumentando y se le hace imperativo tomarse de un solo impulso la primera copa, que empieza con frecuencia a ser un trago doble para despertar el calor físico y estimular el termómetro emocional de la alegría. Después de este consumo ávido puede disminuir el tamaño de los tragos pero no su deseo de ingerir más.
5 SENSACIÓN DE CULPABILIDAD POR SU COMPORTAMIENTO DE BEBEDOR
Se comienza a dar cuenta vagamente de que bebe más de lo corriente y que su vida moral, ante sus propios ojos, está bajando de precio. Surgen los primeros desarreglos en el hogar y el resultado problemático de las primeras faltas cometidas; todo ello se ahonda en su sique y empieza a sentirse culpable y con pena y molestia interna.
6 EVITAR TODA
REFERENCIA AL ALCOHOL
No le gusta que le llamen alcohólic@ o borrach@, porque lo toma como insulto. Si los familiares y amigos en sus pláticas cotidianas se refieren
a la conducta desordenada de los alcoholic@s en general, prefiere no oírlos porque piensa que lo hacen por referirse a él de una manera indirecta. Si se le ataca directamente, responde en forma evasiva, que él no tiene problemas con la bebida y que se comporta como lo haría cualquier bebedor social con la única finalidad de disfrutar de un momento de alegría.
7 FRECUENCIA DE LAS LAGUNAS MENTALES
Ya al final de la etapa agravante, se advierte una frecuencia mayor de esas lagunas mentales, pues el alcohol empieza a deteriorar de manera apreciable el sistema nervioso. El modo de beber es fuerte, pero no es alarmante, el alcohólic@ disimula bien su afición y la encubre hasta donde le es posible pues la compulsión aún no se ha desarrollado mucho y es factible que el enfermo pueda ser encauzado a través de una campaña preventiva contra el alcoholismo.
Se han visto infinidad de casos en los que el enfermo no pasa por la Etapa Podromica sino que desde la primera vez que prueba el alcohol entre la Etapa Crítica; estos casos a que hacemos referencia, indudablemente no ofrecen ninguna resistencia física al desarrollo de la enfermedad y entran de lleno en el calvario alcohólico.
III ETAPA CRÍTICA
En esta etapa se desarrolla la enfermedad propiamente dicha, una vez cae el alcohólic@ en su curso y no hace nada por liberarse no se detiene hasta llegar la destrucción. Se inicia con la necesidad de beber más de una copa.
8 PERDIDA DE CONTROL
Una vez que el alcohólic@ bebe una pequeña cantidad de alcohol, por ejemplo un trago mixto o un vaso de cerveza o de vino, se despierta en él una apremiante necesidad de beber, la cual lo lleva a embriagarse completamente, contrario alo que sería la conducta de un bebedor social que solamente busca una copa para sentirse alegre con sus amigos o para disfrutar de un aperitivo.
9 RACIONALIZAR EL COMPORTAMIENTO BEBEDOR
Racionalizar quiere decir convertir los pretextos en razones lógicas para justificar cada una de sus recaídas en el alcohol; al principio le es
fácil porque las bebetorias no son frecuentes e incluso él mismo llega a creer las razones que tiene, pero al transcurrir del tiempo tiene que inventar mentiras para justificar su conducta de bebedor ante los demás y él se da cuenta de que está mintiendo. Las personas de su medio social se desconciertan y le creen muchas veces; esto le da seguridad para seguir mintiendo y creerse él mismo sus propias mentiras.
10 PRESIONES SOCIALES
Es evidente que su conducta ya es objeto de recriminaciones en el hogar, comentarios y reproches de parte de los amigos y llamadas de atención de los jefes y patrones en el trabajo. Ante este acosamiento o presión social, el enferm@ acentúa sus racionalizaciones poniéndose a sí mismo toda clase de excusas con las cuales trata de sacar a flote su personalidad.
11 ILUSIOES DE GRANDEZA
Se empieza a dar cuenta de que ya es menos apreciad@, y que sus familiares no le creen cuando él dice o promete algo. En el trabajo no lo ascienden ni lo suben de categoría; más bien consideran un favor el dejarlo donde está y no correrlo a la calle. Sus amigos empiezan a hablar mal de su comportamiento desviado, etc. Todas estas actitudes negativas de los demás lo hacen adoptar un mecanismo compensatorio defensivo que consiste en una actitud fanfarrona respecto a sus posibilidades sociales y económicas, así como de su capacidad para desempeñar su profesión u oficio.
12 CONDUCTA
MARCADAMENTE HOSTIL
Sus razonamientos lo inducen a pensar que el resultado de su conducta no es culpa de él sino de los demás y ello lo hace alejarse paulatinamente del medio social donde se desenvolvía y a presentar como defensa a su personalidad en peligro una conducta agresiva como uno de sus últimos cartuchos; conducta parecida a la de un tigre acorralado cuando ve que es impotente ante sus enemigos. Esta conducta puede ser de desprecio o de agresión directa, según sea el tipo temperamental del alcohólic@.
13 REMORDIMIENTOS PERSISTENTES
Se da cuenta el alcohólic@ que su conducta ha cambiado ostensiblemente comparándola con el pasado y que su potencial energético, físico y mental va en bancarrota hacia la disipación y el desprecio, esto, naturalmente, son secretos internos que le producen remordimientos persistentes que lo hacen reflexionar positivamente, haciendo probablemente un postrer examen de conciencia. Más tarde, esa conciencia, aunque la tenga, no le servirá de nada.
14 PERIODOS DE ABSTINENCIA TOTAL
El remordimiento y las presiones sociales lo hacen reaccionar diciendo que va demostrar que tiene fuerza de voluntad y entonces deja de beber durante cortos o largos períodos, pero tarde o temprano vuelve a caer en manos de su amo, el alcohol. En el remoto caso de que lograra conservar su abstinencia, su vida emocional se convertiría en un infierno, debido a que las tensiones no tienen ningún escape porque el enferm@ usa el mecanismo de la represión y este mecanismo puede dar origen a trastornos emocionales y enfermedades de origen inexplicable; va donde un médico general y dicho profesional nunca acierta con su padecimiento. El alcohólic@ es víctima de deformaciones síquicas causadas por tensiones emocionales reprimidas.
15 MODIFICA SUS HÁBITOS DE BEBER
Se da cuenta de que es imposible prescindir del alcohol y empieza a formarse la idea de que su fracaso en la bebida se debe a que ha usado las marcas de licor equivocadas y empieza de nuevo a experimentar.
Después cree que es lo inoportuno de la hora, lo culpable de no poder controlarse y dice por ejemplo que como aperitivo es bueno un traguito porque al comer desparece la tentación, oque al acostarse es medicinal otro traguito porque quita el insomnio y calma los nervios. El resultado de estos nuevos experimentos no se deja esperar; termina en borracheras. Así el alcohólic@ en cuanto más dañado de la mente se encuentra, más pretextos encontrará con el fin de tratar infructuosamente de controlar su manera de beber. Insiste en tratar de asegurarse a sí mismo de que aún es dueñ@ de su libre albedrío, de que aún le sirve para algo su fuerza de voluntad; lejos está de darse cuenta de que a estas alturas el alcohólic@ sólo responde a los dictados de su enfermedad.
16 ABANDONO DE AMISTADES
Su esfuerzo por dominar el hábito del alcohol aumenta su agresividad y no es él quien toma la iniciativa para abandonar a sus amigos, sino que son ellos los que casi siempre rehuyen su presencia. El enferm@ empieza a hacerse la pregunta de si el trago estará interfiriendo con sus amigos y sus actividades.
17 PÉRDIDA DEL EMPLEO
El alcohólic@ ve con evidencia que su manera de beber afecta sus actividades cuando sus jefes o patrones lo obligan a presentar su renuncia por irresponsabilidades en el trabajo y en los casos extremos el enferm@ es despedido de su cargo sin consideración alguna. Estas experiencias funestas van creando más sentimientos de angustia e inferioridad en la mente ansiosa del sujeto lo cual, a su vez, prolongando el círculo vicioso, lo incitan más a
la bebida.
18 SUBORDINACIÓN COMPLETA AL ALCOHOL
Llega el momento en que es imposible concebir la vida sin alcohol. Se establece entonces una completa y enfermiza dependencia emocional hacía el alcohol.
El alcohólic@ a través de todas las fases de la alcoholemia va considerando cada vez más que el trabajo, los estudios, el deporte, la familia o las diversiones constituyen un estorbo a su placer obligado de mantenerse borracho. Poco a poco va entregándose más al alcohol hasta convertirse en su
esclavo como lo vamos a ver en la fase crónica de esta descripción.
19 APATÍA HACIA OTROS
INTERESES EXTERIORES
Pierde interés por lo que antes le causaba distracción como practicar un deporte o ir al estadio a ver jugar su equipo favorito. Renuncia a las actividades filantrópicas, culturales, literarias o científicas a que pertenece por considerar que absorben mucho de su tiempo, para dedicarse a su diversión principal, el alcohol. Como puede verse, a medida que avanza la enfermedad va ocupando cada vez más la atención del enferm@ hasta que lo entretiene completamente.
20 NUEVA INTERPRETACIÓN DE SUS RELACIONES INTERPERSONALES
Antes de ser problema alcohólic@ conservaba relaciones cordiales y amistosas con toda clase de personas, pero llegado este punto comienza a discriminar y establece casi un divorcio con la sociedad de personas que no beben, y comienza a rodearse de amigos que comparten su afición por el alcohol, en su afán inconsciente de aislarse va considerando la gente normal como elemento de choque a la satisfacción de sus tendencias alcohólicas, se siente criticado y amonestado aunque no sea así, hasta tornarse en un individuo hosco y huraño en sus relaciones sociales y laborales.
21 MARCADA CONMISERACIÓN DE SÍ MISMO
Conmiseración significa sentir lástima de sí mismo, y eso le sucede a nuestro enferm@ de tanto sufrir frustraciones y hostilidades del medio ambiente. Llega a tanto su estado que empieza a considerarse un desgraciado, sufre humillaciones en su trabajo, dentro de su círculo social y familiar, y en parte de sus amigos que él aún considera sinceros; su estado de salud en la mayoría de los casos es precario, todo ello viene a sumarse de golpe y por ello siente lástima de sí mismo y vive en un constante lamento que indudablemente lo hace desembocar en el alcohol.
22 FUGAS GEOGRÁFICAS
Llega el momento en que se siente acosado dentro de su círculo social y hace suyo aquel refrán que dice que nadie es perfecto en su tierra. Planea una fuga geográfica y cree que con cambiar de ambiente en otra ciudad o país donde no le conozcan, su vida será distinta y podrá dejar de beber recuperando el prestigio perdido.
Piensa que debe de tomar esta medida audaz para resolver de una vez por todas el problema. Puede irse de su país natal e incluso triunfar, pero tarde o temprano, lo insidioso de su enfermedad lo hará recaer y recuperará el desprestigio que según él había dejado enterrado en su propio terruño. Estas fugas geográficas pueden multiplicarse pero, desafortunadamente, el resultado es el mismo, rotundos fracasos.
23 CAMBIO EN LAS COSTUMBRES FAMILIARES
La familia del alcohólic@ que, probablemente antes de ser un problema el enferm@, llevaba una vida social activa, empieza ahora a aislarse debido al bochorno y la vergüenza de tener un familiar que, según ellos, es un vicioso degenerado que por voluntad propia y por gusto particular se está conduciendo al abismo. Otros casos, por el contrario, son de familias que antes preferían llevar una vida retraída, pero evadiendo los momentos dolorosos que se producen en el seno de un hogar alcohólico, prefieren iniciar una vida social activa.
24 RESENTIMIENTOS IRRAZONABLES
La conmiseración de sí mismo, avanza hasta convertirse en resentimiento, o sea un estado que se designa como la cúspide de la enfermedad moral. Resentir, como su significado lo indica, es volver a vivir las injurias recibidas y, en general, desencadena una infección espiritual donde los microbios son las emociones reprimidas. El YO se encuentra indefenso y puede llegar a destruirse completamente, exhibiendo el individuo afectado un deterioro moral marcado, muchas veces irreparable.
25 PROTECCIÓN DE SU ABASTECIMIENTO
Su constante preocupación por no encontrarse desprovisto de su dosis necesaria, lo hace esconder provisiones de licor en los lugares menos esperados, lugares apartados de su casa, jardín, empleo, etc. Y así en el momento en que le apremie la compulsión por beber no sufre las consecuencias de la cruda.
26 DESCUIDO DE LA ALIMENTACIÓN
El consumo constante de alcohol va produciendo una irritación de las paredes gástricas lo que a la larga trae la falta de apetito. Ahora va a necesitar un aperitivo para comer bien, y con el tiempo con sus continuas bebetorias va a olvidar sus horas reglamentarias de alimentación o va a establecer un desorden en las mismas. Llega el momento en que esta falta de alimentación le puede producir trastornos por carencia de vitaminas o por debilidad general. El organismo se va minando, iniciando así la aparición de enfermedades graves.
27 PRIMERA HOSPITALIZACIÓN
Debido al constante consumo de alcohol, el enferm@ puede llegar a requerir los auxilios médicos. No es necesario que el alcohólic@ sea internado en un hospital o casa de salud, para que se cumpla esta fase de la tabla.
La reclusión hospitalaria puede llevarse a cabo en su propia casa de habitación. El motivo de esta hospitalización puede incluir desde la simple intoxicación hasta la más grave de las enfermedades físicas o mentales desencadenadas por el alcohol. Conforme las recaídas van sucediéndose, las hospitalizaciones o tratamientos médicos particulares se hacen necesarios con mayor regularidad.
28 DISMINUCIÓN DEL IMPULSO SEXUAL
Uno de los primeros síntomas de debilidad orgánica es la disminución del impulso sexual, la cual se da en una forma completa, en alrededor de la mitad de los casos.
29 CELOTIPIA ALCOHÓLICA
Ya sea la impotencia sexual, o la constante desavenencia en el hogar, predispone al enferm@ a creer que su compañer@ de vida le está siendo infiel, desencadenando así celos infundados la mayor parte de las veces, en ocasiones originando serias tragedias pasionales, siendo estas de mayores proporciones si ya el alcohólic@ padece de crisis alucinantes. Los celos se apoderan de su mente como idea obsesiva, bebe más, complicando así la posibilidad de un buen entendimiento con su cónyuge.
30 BEBIDA REGULAR MATUTINA
El terrible estado de ansiedad, el malestar físico, las crudas, los temblores y la inseguridad síquica, hacen imposible que el alcohólic@ empiece el día sin el auxilio de la primera copa al levantarse.
Esta fase señala el final de la etapa crítica y es el preludio de la etapa crónica.
La duración de este período de la alcolomanía depende de la constitución física del enferm@ o de su grado de cultura o formación ética. El trata por todos los medios posibles por no llegar a la ruina y se sobrepone por cortos períodos para no caer en el desprestigio social; no obstante su lucha, sus resistencias sucumben ante la compulsión física y la obsesión por la bebida: la enfermedad sigue su marcha.
IV ETAPA CRÓNICA
Con la bebida regular matutina va adquiriendo la necesidad cada vez más apremiante por el alcohol para calmar sus tensiones emocionales y va necesitando constantemente su auxilio como droga. Lo que ahora empieza a ser más necesidad que hábito se vuelve constante y entramos ya en la etapa crónica o sea la bebedera continua en una carrera desembocada al desastre que se mantiene en marcha inercia.
31 PERIODO DE EMBRIAGUEZ PROLONGADA
La ingestión constante de alcohol debilita su capacidad física y de una vez por todas se encuentra bebiendo sin interrupción; se le ve por las calles a todas horas; con ese sistema de beber es difícil que pueda sostener su empleo por mucho tiempo y es despedido definitivamente de su trabajo, y si había logrado conservarlo hasta ahora era por excesiva tolerancia de sus jefes o por muy buena salud física del enferm@ alcohólic@ que le permitió resistir por largo tiempo los embates del alcohol antes de destruirse; a través de estos periodos va perdiendo sus salud física y mental, su poco prestigio laboral y el decoro social. Económicamente la mayoría llegan a la quiebra, incluso os que poseen algo de dinero, y se ven forzados a implorar la bondad de los amigos y en último caso la caridad pública; la familia ha llegado a tal grado de desesperación, que es muy difícil que los toleren, casi siempre se oyen expresiones refiriéndose a él como la oveja negra, y se resignan a perderlos en los laberintos callejeros y llegan, con el tiempo a negar todo parentesco con él por considerar bochornoso que un miembro de la familia haya caído tan bajo.
32 DETERIORO ÉTICO MARCADO
Estas experiencias han derrumbado su moral de tal forma que lo hacen olvidarse de todo y andar por el mundo exhibiendo su miseria, se niega a sí mismo, ni él cree lo que es ahora: un real bagazo humano, que en sus pocos momentos de lucidez se remonta al pasado de lo que fue, de lo que pudo haber sido y de lo que nunca ya será, acosado por el estupor alcohólico en que vive.
En algunos casos ya no le importan los medios para conseguir dinero para consumir alcohol, lo que le interesa es embriagarse, vivir de la fantasía
y olvidarse del presente. Ya no desea reincorporarse a la vida social, porque todo lo cree perdido. El odio, la envidia, la ira y el resentimiento entenebrecen su espíritu y lo hacen hundirse más en su flaqueza moral.
33 DISMINUCIÓN DE LAS CAPACIDADES MENTALES
El excesivo uso del alcohol durante largos años ha producido estados constantes de intoxicación en el cerebro. Las neuronas son las únicas células del organismo que no se reproducen. A causa de la intoxicación del alcohol, mueren por millares, lo que explica entonces como el cerebro del alcohólico se va deteriorando. Su concentración, atención, memoria, juicio y raciocinio disminuyen y se va apoderando de él una constante fatiga mental, son ahora muy pocos los chispazos de lucidez que tiene, casi siempre bajo el estímulo del mismo alcohol. De aquí en adelante su sistema nervioso en general irá en completa decadencia.
34 PSICOSIS ALCOHÓLICAS
Son aquellas que se originan debido al uso excesivo del alcohol, es decir, el alcohol es un elemento físico determinante pero desde luego, hemos comprendido que la verdadera causa no se encuentra en el veneno mismo, sino en la personalidad de quien lo bebe.
Todo alcohóic@ es presa de una ansiedad que crece hasta convertirse en angustia impotente ante un peligro real o ficticio. La ansiedad y angustia no
son más que situaciones originadas por sus propios conflictos internos y
frustraciones con el medio ambiente.
El alcohol alivia la angustia, estimula los sentidos, disminuye la fatiga y a medida que se bebe produce una sensación de seguridad y autosuficiencia, se olvida el pasado y se ve con ojos soñadores hacia el futuro, mientras el
presente es color de rosa; pero como sucede en los castillos de naipes, el ilusionismo
se rompe y vuelve la triste realidad a reaparecer con otros agravantes más, y para borrar esto sigue la cadena de engaños a sí mismo durante el alcoholismo crónico.
En los círculos científicos todavía hay desorientación respecto al origen de la enfermedad alcohólica, y también acerca del origen de la sicosis, sin embargo,
si se ha comprobado que el diez por ciento de alcohólic@s mueren en un hospital de enfermos mentales, víctimas de alguna de las 8 sicosis más comunes en los alcohólic@s, y otro porcentaje elevado, 15%, se hacen acreedores a trastornos nerviosos sin llegar a la sicosis.
Lo cierto es que el alcohólic@ se caracteriza por una angustia y preocupación significativamente elevadas unidas a una tolerancia muy baja a las presiones de la vida. Su angustia parece resultar de la pérdida de control en las
situaciones agudas de tensión que no puede soportar y de las que intenta escapar inmediatamente.
35 BEBER CON PERSONAS SOCIALMENTE INFERIORES
Con el afán de sentirse siempre superior busca la compañía de personas que han caído totalmente en el fango moral y material, con ellas hace recuerdos de sus buenos tiempos y se transporta al pasado; se relaciona decididamente con drogadictos, delincuentes y alcohólic@s que han caído más bajo que él. Esta fase puede complicar su alcoholismo contrayendo hábitos peores que el del alcohol y llegando a generaciones y perversiones inigualables.
36 CONSUMO DE
PRODUCTOS INDUSTRIALES
Esas mismas compañías de que hablamos lo inducen a ingerir sustancias que no son preparadas especialmente para beber, sino que son alcohol impotables y para usos industriales. Estas sustancias son más fuertes que los licores autorizados por la ley y, desde luego, de un grado de toxicidad a veces mortal.
37 DISMINUCIÓN DE LA TOLERANCIA AL ALCOHOL
El organismo se va minando y ahora el enferm@ se embriaga y llega a la impotencia física y mental con poco alcohol que consuma. Pasan el día con dos o tres traguitos de alcohol, cuando antes necesitaban botellas enteras. El organismo sigue minándose a ritmo acelerado hasta terminar en un deshecho físico.
38 TEMORES INDEFINIBLES
Su vida síquica está totalmente enferma y destruida, ahora aparecen las fobias o miedos indefinidos, a veces por motivos irreales casi siempre alucinatorios originados en las ideas delirantes propias de su delirio de persecución social. Sufre sobresaltos y dudas. Pierde la noción del tiempo. No puede distinguir si está viviendo el pasado o el presente. Le teme al futuro: cada día que llega cree que es el último y maldice su existencia y la de todos. Ya para esta época ha desarrollado un odio constante hacia la sociedad y por ello cada momento cree que la misma lo va a castigar, viviendo momentos de terror y miedos acentuados por su angustia, culpabilidad y remordimiento.
39 TEMBLORES PERSISTENTES
En su camino hacia la muerte, meta de su autodestrucción total, el sistema nervioso del alcohólic@ depende del veneno que bebe, así es que cuando le falta, lo pide en medio de gritos y temblores persistentes, pues anatómicamente los nervios han perdido su capacidad de estar en reposo, aparecen calambres que no son otra cosa que corto-circuitos nerviosos y todo este infierno personal no se calma sin el auxilio del alcohol, que una vez ingerido, tiende a empeorar las cosas.
40 INHIBICIÓN SICO-MOTORA
El funcionamiento del sistema nervioso va decayendo, pues, según algunos estudios, se van creando centros de irradiación inhibidora en la corteza cerebral, ya sea por causas emocionales o físicas.
El alcohólic@ no puede apretar una tuerca, o simplemente abotonarse la camisa porque sus movimientos han perdido la coordinación y su voluntad ha perdido el control de sus nervios y músculos que ahora se encuentran embotados. En esta etapa aunque el alcohólic@ deseara trabajar no puede, su sistema nervioso no se lo permite.
41 LA INGESTIÓN DEL ALCOHOL TOMA UN CARÁCTER OBSESIVO
Llegado a este punto el alcohol se ha apoderado definitivamente de la mente del enferm@ de modo que su ingestión debe de ser constante e ininterrumpida, como una gota perenne. Al no poder prescindir ni un momento del alcohol, se expone a humillaciones de las más grandes por conseguirlos; si tiene fuerza aún, lo roba, pero él no se queda sin su dosis, la tiene que conseguir como sea porque su mente obsesiva le martilla que así debe ser, y aunque esté vomitando el alcohol y ya no le quepa, sigue ingeniándose para conseguir como comprarlo y tomarlo mientras esté despierto. La angustia es tan terrible que no le permite pasar un momento consciente.
42 VAGOS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS
Gran porcentaje de los casos desarrolla un vago sentimiento religioso, cambia la religión o visita una iglesia o capilla con el propósito de encontrar un oasis espiritual para su alma enferma. Pocos, pero muy pocos, se salvan siguiendo métodos religiosos por sí solos. Otros han perdido la fe completamente en su religión e ingresan a la Masonería, a los Rosacruces o a organizaciones seudo científicas o astrológicas, o a sociedades espiritistas en busca de alivio pero lo más seguro es que no la encuentran. Algunas de estas agrupaciones son magníficas para otro tipo de personas pero no para el enferm@ alcohólic@.
43 TODO EL SISTEMA RACIONALISTA SE QUEBRANTA
Llega el momento en que sus razonamientos o pretextos son objetos de pruebas tan duras ante la realidad, que el mismo enferm@ comprende su triste estado y se encuentra en un callejón sin salida.
Algunos podrían aceptar su enfermedad alcohólica, pero otros muchos todavía no lo aceptan. Si se le pregunta por qué bebe, luego de falsos pretextos iniciales como al principio de su carrera alcohólica, terminaría respondiendo que no sabe por qué, que no le queda casi ninguna de lo que es su alcoholismo y se resignan a él. Su fin está cercano y reconoce la verdad de la ruina material de los pocos despojos orgánicos que constituyen su cuerpo.
44 HOSPITALIZACIÓN DEFINITIVA
Si tiene la fortuna de ser aceptado en un hospital, allí pasará sus últimos días. Según las estadísticas médicas un alto porcentaje de alcohólic@s fallecen de cirrosis hepática complicada con otras enfermedades que han ido desarrollando y a las que están predispuestos. Lo cierto es que al final mueren abandonados de la sociedad y en el peor de los desprestigios.
45 MUERTE
La última FASE: al alcohólic@ lo espera la muerte en un hospital, en un manicomio o en la calle por un accidente o muerte violenta debido a los peligros a que se expone. Algunos terminan sus días en una cárcel por delitos cometidos bajo los efectos de la embriaguez.